domingo, 12 de diciembre de 2010

Kenneth Goff




El Frankenstein del comunismo es el producto de la mente judía, y fue soltado al mundo por el hijo de un rabino, Karl Marx, con la esperanza de destruir la civilización cristiana -, así como todas las demás. El testimonio ante el Senado de los Estados Unidos, que se toma de las muchas páginas del Informe Overman, revela sin ninguna de duda, la parte que los judios desempeñaron en la Revolución Rusa.


Fuente: Still 'tis Our Ancient Foe



Oliver Kenneth Goff


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