
Los gobiernos de los pueblos incluidos en la Republica Mundial con la ayuda del proletario victorioso, todo caera sin dificultad en manos judias. La propiedad privada sera entonces extrangulada por los directivos judios quienes administraran el patrimonio del estado en todas partes. De este modo la promesa del Talmud sera cumplida. La promesa de que los judios a la hora de la llegada del Mesias poseeran la llave de todas las riquezas de los pueblos de la Tierra.
Fuente: Esta carta fue reproducida por la "Revue de Paris" el 1 de junio de 1928, pág. 574.
Baruch Levy
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