domingo, 3 de enero de 2010
H. De Vries de Heekelingen
En Bélgica, los judíos no fueron numerosos hasta la revolución francesa. Un censo de 1757 indica la presencia de 26 hombres, 18 mujeres y 32 niños domiciliados en Bélgica. Junto a los judíos domiciliados, debía de haber una cantidad bastante considerable de judíos ambulantes. Las quejas son mas mismas que en los demás países.
Los Magistrados de la ciudad de Mons dirigieron el 8 de abril de 1789, una suplica al emperador Jose II en la cual leemos: "los judíos tienen una moral y costumbres que los hacen odiosos y peligrosos en todos los estados cristianos, en nada contribuyen al acrecentamiento del bien general... se los conoce en toda Europa por la usura, el descubrimiento de los robos, y por el espíritu de fraude en las ventas. Dondequiera que se establezcan, perjudican el comercio de los ciudadanos, por la razón de que la naturaleza de las mercaderías que venden, el modo de procurárselas, sus fraudes y sus pocos escrúpulos los ponen en situación de vender mas barato."
Fuente: Los Judíos a través de los Siglos
H. De Vries de Heekelingen
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