"Con el (Bela Kun), 26 comisarios componian el nuevo gobierno, y de estos 18 eran israelitas. Proporcion inaudita, si se tiene en cuenta que en Hungria habia millon y medio de israelitas sobre 22 millones de habitantes. Los 18 comisarios tenian en sus manos la direccion efectiva del poder, y los 8 comisarios cristianos no podian hacer nada.
En algunas semanas Bela-Kun y sus amigos echaron abajo en Hungria el antiguo orden secular, y se vio levantarse a orillas del Danubio una Jerusalem nueva, que broto del cerebro de Karl Marx, y edificada por manos judias sobre antiquisimas ideas.
Desde hace siglos y siglos, a traves de todos los desastres no ha dejado de preocupar a la imaginacion de los israelitas el sueño mesianico de una ciudad ideal, en donde no hubiera ni ricos ni pobres y en donde reinara la justicia y la igualdad perfectas. En sus barrios judios, llenos de polvo de viejos sueños, los judios salvajes de Galitzia se obstinan en ver, las noches de luna en el fondo del cielo, algun signo precursor de la venida del Mesias. Trosky, Bela-Kun y los demas han vuelto a caer a su vez en el sueño fabuloso. Solamente cansados de buscar en el cielo ese reino de Dios, que nunca llega, lo han hecho bajar a la tierra. La experiencia ha demostrado que los antiguos profetas estaban mejor inspirados al colocarlo en el cielo."
Fuente: Quand Israel est Roi, Pag 220, Plon-Nourrit 1921.
Jérôme Tharaud
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