viernes, 21 de enero de 2011

Steven Runciman




La impopularidad de los judíos fue en aumento durante el siglo XI, según creían las clases de la comunidad que empezaban a tomar de ellos prestamos en metálico, y al comienzo del movimiento de las Cruzadas, se hicieron aun mas impopulares.

Para un hidalgo resultaba caro equiparse para la Cruzada; si no tenia ni tierras ni posesiones que pignar, se veía forzado a pedir dinero prestado a los judíos. Pero ¿Era justo que para marchar y luchar por la Cristiandad tuviese que caer en las garras de los individuos de la raza que había crucificado a Cristo? El pobre cruzado ya tenia a menudo deudas con los judíos. ¿Era justo que se viese impedido en sus deberes cristianos por obligaciones contraídas con uno de la raza impía? La predicación evangelica ponía su acento en Jerusalén, el escenario de la Crucifixión.

Inevitablemente, dirigía con ello la atención hacia el pueblo a cuyas manos Cristo había padecido. Los musulmanes eran el enemigo presente; perseguían a los seguidores de Cristo. Pero los judíos eran probablemente peores; ellos habían perseguido al mismo Cristo.


Fuente: Historia de la Cruzadas



Sir James Cochran Stevenson Runciman


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1 comentario:

  1. Ni este texto ni el anterior son opiniones de S. Runciman contrarias a los judíos. Son opiniones contrarias a los judíos que Runciman, en su deber de historiador, recoge y divulga.
    Con el "según creían" de al segunda línea ya está dicho todo.

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