martes, 24 de agosto de 2010
Inocencio III
Dado que sería absurdo que alguien que blasfema a Cristo tuviera jurisdicción sobre cristianos, confirmamos en este Concilio General lo que ya antes el Sínodo de Toledo (633) sabiamente había decretado: la prohibición de que judíos puedan ocupar cargos públicos, puesto que ellos a este título demuestran ser más peligrosos que nunca.
Fuente: "IV Concilio de Trento, año 1215".
Lotario de Segni
--------------------------------------------------------------------------------------
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario